10 de septiembre de 2024
Tras los paros salvajes, Aerolíneas Argentinas demandará a los gremios aeronáuticos y buscará expulsar a Biró de su directorio
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La línea aérea demandará a los gremios de pilotos y tripulantes por daños estimados en más de 2 millones de dólares tras el conflicto de las últimas semanas. También apuntan a Juan Pablo Brey de aeronavegantes
Con respecto a su postura frente a la expulsión, agregó: “Es muy difícil cuando vos tenés una persona que te hace este tipo de actos que perjudican a la empresa y que lo tengas tomando decisiones con el resto de los directores. Hay una parte que no funciona”.
La protesta gremial del pasado 6 de septiembre, liderada por APLA, afectó a más de 15 mil pasajeros y resultó en la cancelación de 185 vuelos en los aeropuertos de Ezeiza y Aeroparque. El paro, de nueve horas de duración, fue realizado en reclamo de una recomposición salarial. La medida obligó a la compañía a reorganizar su operación y ofrecer cambios de tickets sin penalidades para los pasajeros afectados.
En respuesta a la huelga, Fabián Lombardo calificó la acción sindical como “salvaje”, subrayando que los gremios “no han entendido que la Argentina ha cambiado”. Sin embargo, desde APLA, Pablo Biró ha sostenido que las propuestas salariales ofrecidas por la empresa fueron “provocativas” y “insuficientes”, justificando así la medida de fuerza.Biró, el líder sindical que es principal responsable de los daños según la visión de la empresa, es el titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA). Es descripto como un dirigente alineado con el ultrakircherismo y de perfil polémico. Supo advertir en público a Javier Milei que “si se quiere cargar a Aerolíneas, nos van a tener que matar”.
Biró es un claro opositor a Milei como lo había sido de Macri, a quienes ataca por la política de “cielos abiertos” que facilita el acceso de aerolíneas extranjeras al mercado argentino, pero su discurso y su estrategia están condicionadas por su fuerte adhesión a la figura de Cristina Kirchner.Biró lidera un gremio de pocos afiliados (unos 1.800) desde 2012, cuando triunfó en las elecciones ante el moyanista Jorge Pérez Tamayo, a quien había secundado como secretario adjunto hasta que decidió pelearle el puesto. En 2015, ya embanderado en el kirchnerismo, fue reelegido al ganarle por 33 votos los comicios del sindicato a su hermano Daniel, cuya candidatura promovía Hugo Moyano.
En 2022, luego de la fusión de APLA con UALA (que agrupaba a los pilotos de Austral), fue ratificado en el cargo cuando le ganó en las elecciones ante Diego Pérez Bariggi, hijo de Pérez Tamayo. Al acto de asunción fueron altos exponentes del kirchnerismo como Axel Kicillof. Su mandato vencerá en 2026.Apoyó luego al gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, con etapas de euforia oficialista como cuando se usaba Aerolíneas para traer vacunas contra el Covid desde Rusia. Biró fue el piloto de los primeros vuelos que viajaron a Moscú en busca de las dosis de Sputnik. “A Aerolíneas la creó Juan Domingo Perón, la recuperó Cristina Fernández y la está usando Alberto Fernández para traer salud. Para eso fue creada, para ponerse al servicio de los argentinos”, decía en esa época.
En esos mismos días de cuarentena obligatoria, Biró llegó a sostener: “Si dejamos de buscar la unidad para la Nación perdemos de vista el objetivo. Hoy, bancarlo a Alberto es una obligación moral”.La fuerte polémica que originó su frase lo llevó a rectificarse: “Tuve una frase muy poco feliz que sacada de contexto caería muy mal, hasta a mí me cae mal. Tengo que empezar aclarando que Javier Milei ganó con el 55% de los votos en elecciones limpias, sin fraude”, sentenció.
Tras haber respaldado al gobierno del Frente de Todos, en enero pasado hizo declaraciones con cierta autocrítica: “Si el gobierno de Alberto hubiera sido bueno no estaríamos donde estamos”, dijo.Brey, que llegó a su puesto en Aeronavegantes en 2013, es además secretario de Deportes de la CGT y titular de Prensa de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT). Como Pablo Moyano, integra el ala dura de la CGT, aunque muestra una vocación más dialoguista: En julio pasado