En el marco de una nueva edición del superclásico, el conjunto millonario se impuso por 1 a 0 sobre los xeneizes lo que le permitió desprenderse aún mas del segundo clasificado en la tabla, San Lorenzo, y estirando la diferencia de puntos sobre Boca que se clasifica en el puesto 13.

El partido se desarrolló con relativa normalidad en un monumental abarrotado con 83.000 personas. Hasta que en el minuto 47 del segundo tiempo, la polémica invadiría la noche en el Antonio Vespucio Liberti cuando una embestida de Agustín Sandez sobre Pablo Solari fue decretada como penal por el colegiado Darío Herrera.

Fue Miguel Ángel Borja le encargado de la pena máxima. El delantero de la banda no falló y puso el 1-0 que parecía sellar el partido mientras el monumental estallaba de júbilo. Sin embargo, mientras el colombiano festejaba su gol, en el medio de la cancha se generó un tumulto entre varios jugadores de Boca y River donde volaron golpes, insultos y patadas.

Según las imágenes fue Agustín Palavecino, mediocampista millonario, quien inició el tumulto luego de gritarle el gol en la cara al defensor de Boca, Nicolas Figal. Ante esta situación, Sergio Romero, arquero visitante, fue a recriminarle la acción al 8 de River quien siguió festejando el tanto en la cara de los rivales, lo que generó la ira del conjunto azul y oro que comenzaron a los golpes. Los locales no se quedaron atrás y respondieron para defender a su compañero

Luego varios minutos, la situación parecía no acabar por lo que integrantes de la policía que se encontraban en el lugar debieron actuar para tratar de calmar las aguas.

Finalmente, tras mucho tiempo de peleas y desconcierto, el árbitro lo solucionó expulsando a un total de 7 personas. 3 futbolistas de River: Palavecino (el que inició la pelea), Elías Gómez y Ezequiel Centurión, aunque el único que se encontraba en cancha era el mediocampista ex platense, por lo que los de Núñez terminaron el partido con 10. Mientras que los expulsados en boca fueron 4: Nicolas Valentini, Miguel Merentiel, Ezequiel “Equi” Fernández y el DT Miguel Almirón. Boca terminó el partido con 8 jugadores ya que los 3 futbolistas expulsados se encontraban en cancha.

Luego del escándalo que duró aproximadamente 14 minutos, Herrera reanudó el partido adicionando los dos minutos que faltaban por jugarse. En esos minutos, River rozó el segundo gol, aunque ya no habría tiempo para más. El árbitro pitó el final y el monumental se desbordaba de euforia y cánticos contra el eterno rival. De esta manera, el equipo de Martín Demichelis se quedó con el duelo y le sacó 9 puntos a San Lorenzo, su máximo perseguidor, y 19 puntos a Boca.

Pero la cosa no terminó ahí ya que el arquero de los de la Boca, Sergio Romero, declararía postpartido su inconformidad con el arbitraje, alegando que la embestida de Sandez sobre el 36 millonario no debió ser penal. Además, se refirió a varias jugadas que para él pudieron significar la expulsión para jugadores del elenco local.

Luego de todo lo ocurrido corrió el rumor de que Marcos Rojo, jugador de Boca que no pudo disputar el partido por lesión, fue citado por la fiscalía de la ciudad por agredir a un policía, aunque esta información fue desmentida por el periodista de ESPN Emiliano Raddi. Aunque si se confirmó que la justicia abrirá una investigación a Rojo, Palavecino y Luis Vázquez.

Así se cerró una nueva edición del superclásico que terminó en derrota para Boca, victoria para River y un tumultuoso y caliente final.

Redactado por Enzo Galleguillo