Kimmie Watkins es una mujer de 29 años de edad que un día mientras se encontraba durmiendo, su Apple Watch le emitió una alarma inesperada al detectar una actividad inusual para alguien en reposo, así lo reveló el diario local WKRC.

Su frecuencia cardiaca se aceleró abruptamente llegando a las 178 pulsaciones por minuto, lo cual resultaba atípico en ese contexto y para alguien de su edad

Watkins experimentaba mareos y dificultad para respirar temprano, aunque atribuyó estos síntomas a la falta de alimentación y a la ausencia de antecedentes de problemas cardíacos, el despertar repentino y el sonido persistente de su reloj la llevaron a buscar atención médica de manera inmediata.

Tras acudir al hospital le diagnosticaron una embolia pulmonar, una condición con una tasa de mortalidad del 50%. Este tipo de enfermedad obstruye el flujo de sangre en los vasos sanguíneos de ambos pulmones, lo que puede ser fatal

El mismo medio habló con el Dr. Richard Becker, cardiólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cincinnati, quien destacó la gravedad de esta afección y señaló que los monitores de frecuencia cardíaca en dispositivos de consumo, como el Apple Watch, son similares a los utilizados en el entorno hospitalario.

Según explicó, estos dispositivos emplean un fotosensor para detectar la corriente eléctrica del individuo y son una parte valiosa de la creciente tendencia hacia la salud personalizada.

El caso de Watkins ha generado preguntas sobre la utilidad de los dispositivos portátiles en la detección temprana de problemas cardíacos y otras afecciones de salud, señalando que la tecnología puede desempeñar un papel vital en situaciones críticas

Fuente:Infobae