ECONOMIA
28 de julio de 2025
La economía lleva 5 meses de desaceleración y en el resto del año crecería solo 1%, estimó un informe privado

Los últimos datos muestran que se detuvo el repunte de actividad iniciado en 2024, subraya Invecq, aunque mantiene la proyección de 5% de aumento del PBI respecto del año pasado. Otro informe destacó que el mes pasado hubo más indicadores en verde que en rojo
La actividad económica mostró una recuperación en 2024, pero permanece estancada desde marzo, con menor impulso en salarios y crédito. Algunos sectores aún crecen, aunque más lento, mientras que el consumo interno avanza con dificultad y el turismo sigue en recesión.
No obstante, de acuerdo a la consultora Invecq, la recuperación iniciada a mediados del año pasado se interrumpió en febrero, ya que a partir de marzo -mes previo a la salida parcial del cepo cambiario-, la economía empezó a mostrar signos de estancamiento, con una desaceleración en el ritmo de crecimiento. El informe ejemplificó que se estancaron los salarios y el crédito crece pero a una menor velocidad.
Los primeros indicadores de junio apuntan a una continuidad de esta tendencia, y en julio es probable que la reciente volatilidad en las tasas, sumada al elevado costo de financiamiento en términos reales, también haya afectado negativamente a distintos sectores
Desde una perspectiva sectorial, señala Invecq, se mantiene la dinámica de diferentes velocidades. Algunos sectores mantienen un impulso significativo, aunque con señales de desaceleración. Los ligados al consumo interno muestran una recuperación gradual, mientras que el “De cara al cierre del año, mantenemos nuestra proyección de suba del 5% del PBI para 2025. Sin embargo, este número está fuertemente influenciado por el efecto arrastre estadístico de la segunda mitad de 2024 y del impulso observado en los primeros meses del año. Nuestro pronóstico muestra que la economía cerraría el año en niveles similares a los del fines de 2024, por lo que el crecimiento restante requerido para alcanzar el 5% proyectado sería de alrededor de 1%“, estimó Invecq. En este contexto, “vuelve a ponerse en evidencia la dificultad estructural de la economía argentina para superar los techos de actividad alcanzados en los últimos años. Para quebrar esta inercia de estancamiento, será imprescindible que en los próximos meses se consolide la estabilización macroeconómica y se impulse una nueva fase de reformas estructurales -previsional, tributaria, laboral y fiscal- que doten al país de una mayor productividad y capacidad de crecimiento sostenido”, añadió. Por su parte, desde LCG resaltaron que los primeros datos adelantados de junio muestran más verdes que rojos. Concretamente, relacionados al consumo, aumentó la importación de bienes de consumo (+3,1 mensual sin estacionalizar), la recaudación real de IVA DGI (+8,9%), los préstamos prendarios y personales (+2,4%y +1,5%), los patentamientos de motos (+4,2%) y autos usados (+1,9%).
Y proyecta: “Seguimos estimando un sendero con altas y bajas, que difícilmente implique un crecimiento sostenido y pujante en los próximos meses. Proyectamos un crecimiento en torna 5% anual para 2025, de los cuales 4,7 puntos porcentuales se explican por el arrastre estadístico que dejó la recuperación hasta mayo”.
En tanto, en CP Consultores señalan que “con un ancla cambiaria debilitada y una salarial tan rígida, los límites a los ingresos reales se hacen evidentes y los efectos en el consumo y la demanda agregada convalidan mes a mes la tendencia al estancamiento. Los datos del EMAE de mayo y el anticipo para junio confirman esta hipótesis. Se confirman los efectos de un programa rengo, en el que solo sobrevive el ancla salarial”.
Es decir, el salario de bolsillo cayó 5,5% en apenas 4 meses. Una contracción del poder adquisitivo equivalente a la mitad de la de comienzos de 2024, luego del cambio de gobierno.