AUTOMOVILISMO
26 de mayo de 2025
El detrás de escena de Colapinto en el GP de Mónaco: el secreto de su recuperación y un hito detrás de Fangio y Reutemann

Cómo hizo para revertir un fin de semana difícil con Alpine. Quiénes lo acompañaron y fueron claves. Por qué dio un paso en el campeonato pese a no sumar puntos
Franco Colapinto sabe robarse una sonrisa. La genera con una declaración, con un gesto, con esa manera empática de vincularse con su entorno, incluso en días grises. Este domingo en Montecarlo no fue la excepción: corrió como local vive en el Principado y completó una carrera impecable dadas las circunstancias. Fue 13° en el peor auto del fin de semana, pero su rendimiento vuelve a confirmar lo que ya muchos ven: su talento va más allá del Alpine.
Venía de clasificar 20° y último. Había sido superado incluso por los Sauber, en lo que fue, por rendimiento, uno de los peores sábados del equipo en el año. “El auto no tracciona”, soltó con franqueza tras bajarse del A525. Pero también pidió análisis técnico: “Necesitamos entender qué podemos mejorar. Porque claramente, estamos complicados los dos autos”.
Más allá del fastidio, no perdió la sonrisa. Ni con la prensa, ni con su equipo. Ayudó también el abrigo emocional de su madre, presente en boxes. Y su despedida fue como en los viejos tiempos del karting: saludo, chiste y afecto con cada mecánico. Esa cercanía blinda su figura. Franco corre con la pasión de siempre, pero ya con la madurez de un piloto de élite.
Sacar agua de las piedras
Correr en Mónaco es difícil. Hacerlo con el auto más limitado de la parrilla, peor aún. Y si además te toca partir desde el fondo, en el circuito donde no se puede pasar, el desafío roza lo imposible. Pero Colapinto hizo una gran carrera, manteniendo el foco, ejecutando sin errores y beneficiándose de abandonos ajenos para trepar al 13° lugar.
No superó a nadie en pista, tampoco lo superaron. Y eso, en este contexto, es una victoria silenciosa. La estrategia del equipo lo condicionó: largó con neumáticos duros, mientras el plan Alpine giraba en torno a Pierre Gasly. Cuando el francés abandonó, Franco quedó sin red. Y lo expresó al final: “Con las gomas duras no había mucho por hacer. Hicimos lo mejor que pudimos”.
Desde el muro, su ingeniero Stuart Barlow fue sincero: “La estrategia no ayudó mucho hoy”. Pero el pilarense no se quedó en la queja. Ejecutó lo planeado, cuidó el auto, entendió el contexto y cruzó la meta, una vez más, dando más de lo que su monoplaza promete.
Ya es más que algunos
Aunque aún no sumó puntos, Colapinto ya es 20° en el Mundial de Pilotos, por delante de Gabriel Bortoleto (21°) y con los mismos mejores resultados que Jack Doohan, piloto de pruebas de Alpine, que finalizó 13° en China pero gracias a penalizaciones ajenas. Franco lo logró en pista, con mérito propio. En sólo dos carreras igualó y en breve superará lo hecho por sus compañeros con más experiencia.
Se viene Montmeló: tierra conocida
El próximo fin de semana será el Gran Premio de España, en el circuito de Montmeló, una pista que conoce como su casa. Allí fue campeón de la Fórmula 4 Española en 2019, ganó tres carreras, subió al podio en la Fórmula 3 y también lo hizo en la Fórmula 2. El lugar perfecto para que el piloto argentino vuelva a mostrar su manejo, ahora con la expectativa de que Alpine pueda mejorar aerodinámicamente y darle un coche más competitivo.
Franco Colapinto no necesita un auto de punta para brillar. Ya lo está haciendo con lo que tiene. Si el equipo lo acompaña, los puntos llegarán pronto. Y con ellos, tal vez, el próximo paso en su carrera.