ECONOMIA
15 de octubre de 2023
Una fábrica recuperada en 2002 se proyecta al mercado europeo

La cooperativa Cristalux, que fabrica vajillas en Avellaneda y una de las más de 300 firmas distinguidas durante la 12° edición del Sello de Buen Diseño argentino, ya exporta a Paraguay, Uruguay, Brasil y Bolivia.
De a poco se fueron ampliando, primero con un pequeño horno donde elaboraban elementos de decoración, y luego con uno más grande donde ya podían fabricar platos y vasos.
El problema comenzó cuando empezaron a crecer, no sabían cómo manejar la gerencia y volvieron a quedar al borde del abismo. En ese momento, convocaron a un gerenciamiento encabezado por Antonio Bucci y Cora Pena, quienes se encontraron con un aviso de corte de gas, un insumo fundamental para la fabricación del vidrio. Catorce años y mucho trabajo después, la cooperativa recuperó las marcas Durax-Cristalux, lidera hoy más del 55% del mercado de vajillas, pasó de 50 a 300 trabajadores, y opera con un horno de 90 toneladas y 4 líneas de fabricación lo que le permite tener una capacidad productiva de más de 250.000 unidades diarias y stock permanente en productos de línea.
“La nuestra es una historia de superación; estamos orgullosos de dónde salimos y hasta dónde llegamos. Nos llena de emoción y nos hace generar más compromiso y redoblar los esfuerzos para nunca bajar los brazos, aún en los momentos más adversos”, destacó Pena.
Actualmente, Durax-Cristalex exporta sus productos a Paraguay, Uruguay, Brasil y Bolivia.
Además, a partir del reconocimiento otorgado por el SBD a sus platos de alta gama de la línea Firenze, Firenze-Malbec y Milano, la firma estuvo presente en la exposición Maison et Objet, en París.